Aunque las recomendaciones pueden variar ampliamente, la mayoría de las organizaciones de salud recomiendan una ingesta de al menos 250–500 miligramos de EPA y DHA combinados , las dos formas esenciales de ácidos grasos omega-3, por día.
Sin embargo, a menudo se recomienda una cantidad más alta para personas con ciertas afecciones de salud, como enfermedades del corazón o niveles altos de triglicéridos.
Para referencia, una cápsula blanda de aceite de pescado típica de 1.000 mg generalmente contiene aproximadamente 250 mg de EPA y DHA combinados, mientras que una cucharadita (5 ml) de aceite líquido de pescado contiene aproximadamente 1.300 mg.
El exceso de omega 3 en el organismo no solo es perjudicial por lo ya mencionado, sino que lo es también en gran medida por el riesgo de contaminación de mercurio. Muchos peces tienen la posibilidad de sufrir de esta clase de contaminación, la de los metales pesados.
Y a la vez, quienes consumen peces como los peces espada, caballa o blanquillo, y sus aceites están en un mayor riesgo. Son especialmente vulnerables a estos, las mujeres embarazadas y los niños.
Tanto el omega 3 como el omega 6 corresponden a elementos necesarios de incluir en nuestro organismo. Pero cuando no se lleva una dieta adecuada y por lo tanto desproporcionada o también puede ser el caso, de consumir más complementos alimenticios de los recomendados, se enfrenta a graves problemas.
La dieta típica occidental contiene alrededor de 10 veces más omega-6 que omega-3. Estos ácidos grasos omega-6 provienen principalmente de aceites vegetales refinados que se agregan a los alimentos procesados.
Muchos expertos creen que esta proporción debería estar más cerca de 2: 1 de omega-6 a omega-3 para una salud óptima.
Omega-6 y omega-3 compiten por las mismas enzimas, que convierten los ácidos grasos en sus formas biológicamente activas.
Por lo tanto, si desea mejorar su estado de omega-3, no solo debe asegurarse de obtener suficiente omega-3 de su dieta y suplementos, sino que también debe considerar reducir su consumo de aceites vegetales con un alto contenido de omega-6.
No hay un estándar establecido para la cantidad de omega-3 que debe obtener cada día.
Varias organizaciones de salud principales han publicado sus propias opiniones de expertos, pero varían considerablemente.
Más aceite de pescado no siempre es mejor, y tomar una dosis demasiado alta en realidad puede hacer más daño que beneficio cuando se trata de su salud.
Aquí hay 3 efectos secundarios potenciales que pueden ocurrir cuando consume demasiado aceite de pescado o ácidos grasos omega-3.
Algunas investigaciones muestran que la suplementación con altas cantidades de ácidos grasos omega-3 podría aumentar los niveles de azúcar en la sangre en personas con diabetes.
Esto se debe a que grandes dosis de omega-3 pueden estimular la producción de glucosa, lo que puede contribuir a niveles altos de azúcar en la sangre a largo plazo
Las encías que sangran y las hemorragias nasales son dos de los efectos secundarios característicos del consumo excesivo de aceite de pescado.
Un estudio en 56 personas encontró que la suplementación con 640 mg de aceite de pescado por día durante un período de cuatro semanas disminuyó la coagulación sanguínea en adultos sanos.
Por esta razón, a menudo se recomienda dejar de tomar aceite de pescado antes de la cirugía y hablar con su médico antes de tomar suplementos si está tomando anticoagulantes como la warfarina.
De manera similar, un análisis de 31 estudios concluyó que tomar aceite de pescado puede disminuir efectivamente la presión arterial, especialmente para aquellos con presión arterial alta o niveles altos de colesterol
El aceite de pescado tiene un alto contenido de grasa y puede causar síntomas de reflujo ácido como eructos, náuseas, indigestión y acidez estomacal en algunas personas.
En caso de que se experimente un exceso de omega, los síntomas comienzan a notarse más temprano que tarde, por lo que es una señal de alerta si comienzan a aparecer estos excesos de omega síntomas:
Mal sabor en la boca: Es un indicativo comenzar a tener un sabor extraño en la boca, y no poder comer con normalidad debido a que los sabores de los alimentos tendrán un gusto alterado.
Eructos frecuentes: Los malestares estomacales pueden aparecer con cólicos o con eructos luego de las comidas.
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